viernes, 25 de marzo de 2011

“Garage Olimpo”: Argentina, Marco Bechis, una películas y 30.000 desaparecidos

A 35 años del Golpe de estado del 24 de marzo de 1976 en Argentina se realizaron muestras culturales, actos y marchas de grupos y organizaciones de derechos humanos. “Garage Olimpo [Desaparecidos]” de Marco Bechis, es una de las películas más crudas que muestran aquella parte del proceso militar, centrándose en las desapariciones.

Por Emiliano Galarza



Garage Olimpo, narra la historia de María (Antonella Costa) que vive con su madre Diana (Dominique Sanda) en una enorme casa que se cae a pedazos, unas de las tantas habitaciones libres es alquilada a Felix (Carlos Echeverría), un tímido muchacho enamorado de María. De Felix no se sabe absolutamente nada. María enseña a leer y escribir en los barrios pobres y participa de una pequeña organización opositora al régimen de la Dictadura. Un día llega una brigada del ejercito argentino, los llamados “grupos de tareas” y se llevan a María a unos de los tanto Campos Clandestinos de Detención. El Tigre (Enrique Piñeiro), encargado del campo entrega a la recién llegada a su mejor hombre, Felix, el inquilino enamorado, será el encargado de torturarla hasta que cuente todo lo que sabe.

Los años de plomo y los números

Durante 1976 y 1982 fueron secuestradas y desaparecidas, según las organizaciones de derechos humanos, unas 30.000 personas. La CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) dedicada a investigar entre 1983 y 1984 la violación de derechos humanos cometida durante la dictadura, llegó a detectar 600 desapariciones antes del golpe y 8.960 durante el golpe.

Desde el regreso de la democracia en 1983 y en especial en cada 24 de marzo, las violaciones de derechos humanos fueron registradas y expresadas artísticamente por diferentes directores de cine, guionistas, artistas plásticos, fotógrafos, escritores exiliados durante "los años de plomo" y otros que se se quedaron en el país.

Muchas preguntas y los orígenes de una película

Marco Bechis, director y guionista de Garage Olimpo se preguntó muchas veces a través de notas ¿Qué significa  “desaparecer”? y le daba como respuesta, casi siempre lo mismo: “no ser más objeto de observación”, “no estar presente frente a los demás”, “algo que ha sido y ya no es”, “dejar de existir”, “no estar más”.

Estando en Italia, Marco Bechis, quien había sido expulsado de Argentina por razones políticas durante la dictadura militar, realizó estas preguntas respuestas en 1980 en Milán y dice que si la misma pregunta hubiese sido formulada en las calles de Buenos Aires, nadie se hubiese arriesgado a contestar.

¿Qué hubiese significado plantearse una pregunta tal o responderla en Argentina durante la última dictadura? Eso hubiese sido equivalente a “desaparecer”.

Instrucciones de cómo desaparecer

Alguien informa a las autoridades o persona cercana a las Fuerzas Armadas que se está plantando una pregunta semejante, un “grupo de tareas” secuestra al denunciado o sospechado, se lo mantiene ilegalmente en uno de los más de 300 Centros Clandestinos de Detención (CCD),  se lo  tortura y finalmente se lo hace “desaparecer”.

“Ni muerto ni vivo. Está desaparecido.”

El Presidente de facto Videla dijo ante periodistas en una conferencia de prensa en 1979: “Frente al desaparecido, en tanto esté como tal, es una incógnita el desaparecido, si el hombre apareciera tendrá un tratamiento X, y si la desaparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento tiene un tratamiento Z, pero mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial. Es una incógnita es un desaparecido. No tiene entidad, no está... ni muerto ni vivo. Está desaparecido.”.

El mundo de arriba y el mundo de abajo

La película Garage Olimpo hace hincapié a la crudeza del terrorismo de Estado. Muestra dos mundos, como dice el director, el mundo de arriba que es la ciudad que sigue su ritmo “normal” y el mundo de abajo, que es la realidad que sufren lo secuestrados, torturados y desaparecidos. La historia de la película se basa especialmente durante el mundial de fútbol realizado en Buenos Aires en 1978, donde en una escena se oyen los gritos de gol y festejos durante el mundial del mundo de arriba, mientras tanto, los del “mundo de abajo”, aquellos que están siendo torturados, van de cierta manera desapareciendo de la realidad del presente, como si ellos no existieran.

La película se estrenó en septiembre de 1999, la fueron a ver solamente unas 30.000 personas. La dureza de la realidad hace de todo esto una gran ironía.

(La segunda parte del informe se publicará la semana próxima)


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